Hay sabores que tenemos en el corazón; tal vez un platillo que nos cocinaban cuando éramos niños y estábamos tristes, o el helado que nos daban de premio al salir del doctor, la pasta que compartiste en tu primera cita con alguien especial, o los dulcecitos que tu abuela guardaba en su mesa de noche. Para mi, los tostones son uno de esos sabores cargados de recuerdos; era el platillo que preparaba mi mamá, de origen nicaragüense, para algunas de sus grandes comidas, y que yo me metía a robar de la cocina. Los mejores tostones siempre eran esos, los que me robaba del plato con papel absorbente, recién salidos del sartén, con un trocito de queso cotija y una embarradita de crema.

Para muchos, seguro que los tostones son igual de nostálgicos, ya que es un platillo muy típico de Latinoamérica. Se preparan desde el sur de México hasta Venezuela, donde se conocen como patacones. Son una especie de tortita crujiente de plátano macho verde, que se fríen dos veces, y que se acompañan con guarniciones como frijoles, crema, queso, guacamole, o salsa, según el país. También se suelen servir como guarnición para acompañar platos de pescado o pollo. Son un manjar, peligrosamente adictivo. Aquí te comparto la receta paso a paso, con instrucciones de mi mamá, claro.

TIP Maria Orsini: Es esencial que los plátanos estén verdes, no solamente no maduros, sino literalmente que su cáscara esté verde, de lo contrario no quedaran crujientes. Para pelar los plátanos verdes, pasa la punta de un cuchillo pequeño por la cáscara a lo largo en dos o tres líneas, y así podrás desprenderla fácilmente.

Tostones o patacones