
Cheesecake de pistache
Una buena receta de cheesecake es indispensable en el repertorio de cualquiera que disfrute de la repostería: el pastel de queso es un clásico que a casi todos les gusta, y que aunque es un poco largo en preparar, guarda muy bien en el refrigerador por un par de días. Para esta receta, les comparto un cheesecake de pistache, una versión suculenta y diferente, perfecta para los amantes de las semillas y los frutos secos. El topping de este cheesecake es muy sencillo, en lugar de las clásicas frutas preparé una mantequilla de pistache, y un poco de pistaches picados adicionales.
Para este cheesecake de pistache te recomiendo utilizar el procesador (para hacer la mantequilla y moler las galletas) pero si no tienes, puedes utilizar la licuadora sin problemas.

Cheesecake de pistache
Preparar la mantequilla de pistache: en un procesador colocar todos los ingredientes y moler pulsando hasta obtener una pasta homogénea y suave, parecido a una crema de cacahuate.
Preparar la base:
Precalentar el horno a 180ºC/350ºF
Engrasar un molde de fondo desmontable de 22 a 25 cms de diámetro.
En el procesador, colocar las galletas con los pistaches y moler hasta pulverizar. Transferir a un tazón, agregar la mantequilla derretida y mezclar con un tenedor energéticamente, la mezcla deberá parecer harina mojada. (Se puede agregar más mantequilla de ser necesario).
Colocar en el molde y esparcir, y luego presionar firmemente contra el fondo y los costados, presionando firmemente con los dedos o una espátula.
Colocar el queso crema a temperatura ambiente en el tazón de la batidora y batir con el globo hasta acremar. Agregar el azúcar, la maizena y la crema y batir muy bien. Agregar los huevos uno a uno, y por último 4 cdas de la mantequilla de pistache preparada en el paso 1. (Te recomiendo parar la máquina y pasar la espátula hasta el fondo un par de veces para que este todo ben mezclado).
Forrar el molde con aluminio: Colocar una tira larga de papel aluminio sobre la superficie de trabajo y luego poner otra tira por encima para formar una cruz. Colocar el molde con la base horneada en el centro del papel aluminio y forrar bien el molde, doblando los bordes del papel para asegurarse que no queden agujeros por donde pueda entrar el agua.
Preparar una charola de borde alto más grande que el molde para hacer un baño María. (El molde debe caber dentro de la charola cómodamente)
Colocar el relleno de cheesecake por encima de la base y poner el molde (ya bien forrado) dentro de la charola preparada. Llenar con agua caliente hasta donde el agua no sobrepase el papel aluminio. Hornear el cheesecake hasta que tenga una apariencia firme. (Los lados se inflarán ligeramente y el centro puede aún bailar un poco como gelatina. Si aparecen ligeros toques dorados, ya está listo).
Apagar el horno y abrir ligeramente la puerta. Dejar el cheesecake dentro por una hora, para que se enfrie lentamente y evitar que se rompa.
Transferir el cheesecake, todavía dentro del molde, a una rejilla y dejar enfriar por completo, pasar al refrigerador para enfriar al menos 2 horas más o idealmente toda la noche.
Una vez firme y frío, esparcir por encima la mantequilla de pistache sobrante y por último los pistaches picados.
Ingredients
Directions
Preparar la mantequilla de pistache: en un procesador colocar todos los ingredientes y moler pulsando hasta obtener una pasta homogénea y suave, parecido a una crema de cacahuate.
Preparar la base:
Precalentar el horno a 180ºC/350ºF
Engrasar un molde de fondo desmontable de 22 a 25 cms de diámetro.
En el procesador, colocar las galletas con los pistaches y moler hasta pulverizar. Transferir a un tazón, agregar la mantequilla derretida y mezclar con un tenedor energéticamente, la mezcla deberá parecer harina mojada. (Se puede agregar más mantequilla de ser necesario).
Colocar en el molde y esparcir, y luego presionar firmemente contra el fondo y los costados, presionando firmemente con los dedos o una espátula.
Colocar el queso crema a temperatura ambiente en el tazón de la batidora y batir con el globo hasta acremar. Agregar el azúcar, la maizena y la crema y batir muy bien. Agregar los huevos uno a uno, y por último 4 cdas de la mantequilla de pistache preparada en el paso 1. (Te recomiendo parar la máquina y pasar la espátula hasta el fondo un par de veces para que este todo ben mezclado).
Forrar el molde con aluminio: Colocar una tira larga de papel aluminio sobre la superficie de trabajo y luego poner otra tira por encima para formar una cruz. Colocar el molde con la base horneada en el centro del papel aluminio y forrar bien el molde, doblando los bordes del papel para asegurarse que no queden agujeros por donde pueda entrar el agua.
Preparar una charola de borde alto más grande que el molde para hacer un baño María. (El molde debe caber dentro de la charola cómodamente)
Colocar el relleno de cheesecake por encima de la base y poner el molde (ya bien forrado) dentro de la charola preparada. Llenar con agua caliente hasta donde el agua no sobrepase el papel aluminio. Hornear el cheesecake hasta que tenga una apariencia firme. (Los lados se inflarán ligeramente y el centro puede aún bailar un poco como gelatina. Si aparecen ligeros toques dorados, ya está listo).
Apagar el horno y abrir ligeramente la puerta. Dejar el cheesecake dentro por una hora, para que se enfrie lentamente y evitar que se rompa.
Transferir el cheesecake, todavía dentro del molde, a una rejilla y dejar enfriar por completo, pasar al refrigerador para enfriar al menos 2 horas más o idealmente toda la noche.
Una vez firme y frío, esparcir por encima la mantequilla de pistache sobrante y por último los pistaches picados.
