Wine & roses - Descubre algo nuevo | Revista Maria Orsini

Actualización: Cerrado

Te suele suceder que cuando vas a un restaurante y llega la hora de ordenar, le tienes que pedir 5 minutos más al mesero…y luego otros 5? Y aún con esos 10 extra, no sabes todavía si te decides por un platillo de carne roja y un buen malbec, o tal vez unos mariscos y un blanco ligero…pero que tal si pides una pasta cremosa con un blanco de mucho cuerpo? Y luego te pasa lo peor….quieres los tres, y además necesitas espacio para el postre. Si te sentiste identificado…necesitas conocer wine & roses.

Este restaurante, por falta de mejor nombre y por no llamarle enoteca, gira alrededor de la cava. Cuentan con más de 190 etiquetas disponibles, pero el número verdaderamente importante es el de etiquetas para probar por copeo: 48, que además van cambiando constantemente.

Si vas a wine & roses, vas a beber. El concepto es sencillo: a través del Napa wine station, una maravilla moderna similar a un refri que permite abrir una botella y mantenerla en perfecto estado durante 60 días, puedes degustar vinos que tal vez jamás te atreverías a descubrir, simplemente por que el costo de la botella es demasiado alto para arriesgarse a una decepción. Y lo mejor: puedes pedir un tasting de 30 ml, 1/2 copa, o una copa completa, así que puedes probar, probar y probar.

El recorrido de vinos es por todo el mundo, desde los grandes productores como Francia y España, hasta algunos menos reconocidos como Portugal o Rumania. También hay grandes casas con nombres conocidos y pequeños productores que ofrecen etiquetas para los más aventureros. La variedad es la clave.

Tanto probar, por supuesto, debe ir acompañado de un maridaje apropiado, y ahí entra la carta, que no es tan extensa como la de vinos pero que está también en constante cambio. En lo que si se parece es en que puedes pedir cuartos y medias porciones, y así acompañar cada vino con un platillo que le complemente.

El diseño del menú corre por Bruno Oteiza, pero liderando la cocina encontrarás a Fernando Zavala, originario de Cancún y quién ejecuta esta cocina con influencias tanto mexicanas como españolas.

En esta visita degustamos varios platillos del menú, entre ellos el atún afrutado con caviar de soya, una chilapita de lengua con mole negro, y un filete con recaudo negro, pero destaca la especialidad de Fernando, la crema de habanero con chips de papa. Acompañando todo esto, y por sugerencia de Marco, gerente general y amante del vino que no puede esconderlo, conozco nuevas etiquetas de orígenes algo inusuales: Un Txacolí del país Vasco, un ensamblaje blanco de Valencia, y un ensamblaje tinto de Uruguay, El Preciado (curiosamente llamado así en honor a un galeón cargado de oro naufragado por piratas que fue encontrado en los 90s) para terminar, un Rosso di Montalcino. Todo un recorrido!

Wine & Roses surgió de la experiencia de varios amigos a la hora de “compartir el vino” en una comida. Siempre habrá quién prefiera una u otra cosa, y por eso este es el lugar ideal para venir a conocer un poco de cada cosa, con todo tipo de amigos. Es un restaurante muy grande, con espacios para todos los gustos: hay privados para reuniones de trabajo o grupos grandes. Está también la terraza para aquellos que no la perdonan, el salón principal y la barra sobre la cocina. Mi recomendación es esta última: Si vienes a descubrir algo nuevo, siéntate aquí, a un lado del chef y donde el sommelier no te perderá de vista ni un minuto. Ya sea él, o cualquiera de su equipo, te podrán compartir su pasión por el vino y te guiarán según lo que busques en su cava. Pregúntale todo lo que puedas y descubre un par de etiquetas para agregar a tu colección de nuevos favoritos. (O más de un par. Entre más de 190 no te será difícil!)