¿Porque comer sardinas? Son un mar de beneficios
Quizás veas a las sardinas como anticuadas, aburridas, o simplemente no pienses en ellas para la despensa de tu casa, pero ¿sabías que las sardinas son uno de las proteínas más saludables del mar?
Aunque son famosas por países como Portugal y España, la realidad es que en México también se pesca una enorme cantidad de sardina, y lo mejor de todo es que la gran mayoría se cataloga como pesca sustentable. Los principales estados productores son Sonora y Sinaloa, y en ambos lugares se cuenta con la certificación MSC o Marine Council Stewardship, asociación sin fines de lucro que garantiza prácticas de pesca responsables a nivel mundial. La sardina, al igual que el salmón, es un pescado que migra, por lo que en ocasiones llega en los meses fríos desde Canadá y Alaska a las costas mexicanas.
Comer sardinas no es solamente abrir una latita práctica; son un pescado azul (graso) lleno de nutrientes:
- Son altas en ácidos grasos (Omegas), los cuales ayudan a prevenir incidentes cardiovasculares, regular la presión arterial e incluso ayudan en la prevención de la depresión.
- 18% de su contenido son proteínas de alto valor.
- Son ricas en minerales, especialmente fósforo, magnesio, selenio, yodo y hierro.
- Contienen vitamina B, A, E y D, las cuales son esenciales para el cuerpo, desde la fijación de calcio hasta mantener una visión saludable.
Todo esto en un pescado relativamente pequeño, y además, muy accesible. ¿Pero cómo comer sardinas? No pienses que tu única opción es pasarlas de la lata al plato. Las sardinas enlatadas son ideales en ensaladas, como paté, en croquetas, o básicamente en cualquier preparación en la que utilizarías atún enlatado. Si vas a consumirlas en aceite, lo ideal es que sea aceite de oliva u otro similar, ya que complementara los ácidos grasos saludables de las sardinas. Por otra parte, si las prefieres frescas verás que son aún más ricas y son perfectas para asar o parrillar, con un poquitín de aceite, sal de mar y limón. También las puedes preparar con achiote, especias, al horno, o con vegetales. Eso sí, las sardinas frescas son muy “olorosas” a la hora de cocinar, así que te recomendamos siempre abrir una ventana o prender tu extractor.
Toast de sardinas y berenjena
