
Risotto de espárragos y queso parmesano
En las tardes lluviosas nada se antoja más que cenar un plato de algo reconfortante, con sabor rústico, llenador. El risotto, uno de mis platillo favoritos, cumple con todas esas deliciosas cualidades. El tradicional arroz italiano es muy versátil, se presta a cualquier ingrediente acompañante, e incluso brilla por sí mismo con sólo queso y mantequilla. Pero uno de los más fáciles y sabrosos es el risotto de espárragos con queso parmesano. Perfecto para cenar o para comer un lunes sin carne, ¿no crees?. Además de ser delicioso, preparar risotto es reconfortante por sí mismo, aunque es fácil, es necesario estar a su lado, moviéndole constantemente, y ¿qué mejor qué disfrutando de una buena copa de vino blanco mientras cocinas?.
A mi me gusta servir este risotto de espárragos y queso parmesano con una baguette rústica fresca, y una ensalada sencilla de jitomate y albahaca para hacerle compañía.
Cremoso y reconfortante: risotto de espárragos y queso parmesano

Cortar las puntas de los espárragos y reservar.
Pelar los tallos de ser necesario (solamente si son muy gruesos) y cortar la parte blanca dura del final. Rebanar el resto en rodajas anchas, de 1-2 cms.
En una cacerola grande y ancha, calentar a fuego alto 1 cda de aceite de oliva. Saltear las puntas de los espárragos con un poco de sal hasta que doren un poco. Sacar del fuego y dejar de lado.
En la misma cacerola, calentar a fuego medio bajo 1 cda de aceite de oliva y cda de mantequilla. Agregar el echalote y cocinar, moviendo, hasta que este translucido y suave. Agregar los espárragos y subir el fuego a medio. cocinar por 3-5 minutos, hasta que comiencen a dorar muy ligeramente y no quede nada de líquido en el sartén.
Subir el fuego a alto y agregar el arroz. Saltear rápidamente, por unos 30 segs, moviéndolo.
Agregar el vino blanco, volver a bajar el fuego y dejar que se evapore por completo. Agregar 1 taza de caldo de pollo, y moviendo de vez en cuando, dejar que se evapore. Agregar otra taza de caldo y repetir. Repetir este proceso, agregando líquido poco a poco y permitiendo que se evapore, hasta que el arroz quede "al dente", suave por fuera y ligeramente firme por dentro.
Cuando el arroz esté listo, apagar el fuego. Agregar 1 par de cdas del caldo de pollo, 3-4 cdas de mantequilla y el queso parmesano. Mover muy bien, derritiendo y acremando todos los ingredientes. Salpimentar de ser necesario.
Servir inmediatamente, repartiendo sobre los platos de risotto las puntas de espárragos salteadas previamente.
Ingredients
Directions
Cortar las puntas de los espárragos y reservar.
Pelar los tallos de ser necesario (solamente si son muy gruesos) y cortar la parte blanca dura del final. Rebanar el resto en rodajas anchas, de 1-2 cms.
En una cacerola grande y ancha, calentar a fuego alto 1 cda de aceite de oliva. Saltear las puntas de los espárragos con un poco de sal hasta que doren un poco. Sacar del fuego y dejar de lado.
En la misma cacerola, calentar a fuego medio bajo 1 cda de aceite de oliva y cda de mantequilla. Agregar el echalote y cocinar, moviendo, hasta que este translucido y suave. Agregar los espárragos y subir el fuego a medio. cocinar por 3-5 minutos, hasta que comiencen a dorar muy ligeramente y no quede nada de líquido en el sartén.
Subir el fuego a alto y agregar el arroz. Saltear rápidamente, por unos 30 segs, moviéndolo.
Agregar el vino blanco, volver a bajar el fuego y dejar que se evapore por completo. Agregar 1 taza de caldo de pollo, y moviendo de vez en cuando, dejar que se evapore. Agregar otra taza de caldo y repetir. Repetir este proceso, agregando líquido poco a poco y permitiendo que se evapore, hasta que el arroz quede "al dente", suave por fuera y ligeramente firme por dentro.
Cuando el arroz esté listo, apagar el fuego. Agregar 1 par de cdas del caldo de pollo, 3-4 cdas de mantequilla y el queso parmesano. Mover muy bien, derritiendo y acremando todos los ingredientes. Salpimentar de ser necesario.
Servir inmediatamente, repartiendo sobre los platos de risotto las puntas de espárragos salteadas previamente.




saludos con mucho cariño Sra. Maria de Carlos y Lourdes Jiménez Labora