
Prosecco y Fetuccini
Si las dos palabras del título de este artículo ya te hicieron salivar y estás en un lugar público, te recomiendo que no sigas leyendo. ¿Como podrían no antojarse estos dos manjares? Sin duda son dos famosos representantes de la cultura gastronómica italiana, los cuales tuve el gusto de disfrutar el jueves pasado por invitación de Gonzalez Byass, quiénes nos traen a México algunos integrantes de la familia de vinos ítalos Zonin, bodega vitivinícola que desde 1821 representa a este país.
En esta deliciosa cata maridaje, en el clásico Alfredo di Roma, nos presentaron en un menú de cuatro tiempos a algunos de los consentidos de la familia; abrimos con un Ripasso Valpolicella, acompañado de prosciutto y perlas de melón, después un carpaccio ultra suave complementado por Surya, tinto Nero d’avola y Merlot, seguimos con Le Focaie, de uva 100% sangiovese y de excelente intensidad para acompañar el parmesano de nuestro fetuccini, y para finalizar, un tiramisú de lado de Asti DOCG, de extremo dulzor y pronunciadas notas florales.
Las estrellas del show (como sugiere el título), fueron el Prosecco DOC, afrutado, floral, y muy fresco, y claro, el fetuccini Alfredo. Un clásico que lleva ya varias décadas sin decepcionar.
Además de la cena, también recordamos algunos datos importantes de Italia y sus vinos… que no se pueden dejar pasar desapercibidos. Por ejemplo, este año Italia es de nuevo el mayor productor de vino a nivel mundial, posición por la cuál ha luchado algunos años con Francia. Nos enteramos también que las ventas de Prosecco, el cuál, para recibir su DOC y etiquetarse como tal, debe provenir de las regiones del Veneto o Friuli Venezia Giulia y ser a base de uvas Glera, hoy superan las ventas de champagne a nivel mundial. Ni que decir de esta espumante delicia, más que la única forma de superar esta degustación, sería una cena en el viñedo mismo.
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