Deliciosos, ligeros y crujientes camotes al horno
Lavar los camotes y rebanarlos en rodajas lo más finas posibles, de no más de 2 mm de grosor. Colocar en un tazón y agregar un chorro pequeño de aceite de oliva y un poco de sal de mar. Revolver muy bien los camotes para que todos queden ligeramente cubiertos con aceite.
Repartir en dos charolas para hornear, esparciéndolos de manera que no se encimen las rodajas y puedan dorar bien. Hornear a 120ºC o a la temperatura más baja del horno, por alrededor de 60-90 minutos, o hasta que comiencen a dorar ligeramente. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.