Calentar a fuego medio una cacerola amplia. Agregar un chorrito de aceite vegetal y saltear los champiñones y setas en cuantas tandas sean necesarias para no saturar demasiado el sartén. Dejar enfriar hasta que estén tibios.
TIP: Mientras más pequeños estén picados los hongos antes de saltear, más fácil será rellenar los canelones
Mientras se enfrían los hongos, preparar la bechamel: en una cacerola a fuego medio bajo, derretir una cda generosa de mantequilla. Agregar la cebolla y cocinar hasta que esté traslúcida. Bajar el fuego lo más posible y agregar la cda de harina. Mezclar con un globo suavemente hasta que comience a dorar. Inmediatamente agregar la leche en un chorro delgado y lento, batiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Agregar nuez moscada, sal y pimienta blanca al gusto.
Seguir cocinando la salsa a fuego medio bajo, moviendo constantemente, especialmente por las orillas y el fondo de la cacerola, hasta que espese lo suficiente para cubrir una cuchara y al pasar el dedo por en medio de esta, la marca permanezca.
Quitar del fuego y dejar de lado.
En un tazón, mezclar los champiñones, setas, queso ricotta, ajo en polvo, orégano y tomillo. Agregar sal y pimienta al gusto.
Rellenar los canelones con una cuchara o pala de madera. También puedes colocar el relleno en una bolsa o dulla sin punta y rellenarlos de esa forma.
Precalentar el horno a 180ºC/350ºF
Colocar una capa delgada de la salsa bechamel en un refractario de vidrio o cerámica.
Repartir los canelones en el refractario y cubrir con el resto de la salsa. Espolvorear el queso rallado por encima y hornear hasta que el queso dore y los canelones estén suaves al insertar un palillo al centro, entre 30 y 40 minutos.
porción Size canelones
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