Todo sobre: el Panettone

Muchas leyendas rodean el origen de este famoso pan italiano, tal vez el más famoso de entre los panes de la temporada, pero como muchos otros postres navideños, su historia comienza en la religión. El panettone surgió en Milán, donde se conserva un manuscrito que data de 1470 y que cuenta la tradición celebrada por el duque de Milán y su casa el 24 de diciembre: El padre de familia cortaba un pedazo de cada una de las “tres grandes hogazas de pan de trigo”, que simbolizaban a la santísima trinidad, y se guardaban para el año siguiente. El resto de los panes se repartía esa noche entre todos los demás.

Imagen ©  N i c o l a vía Flickr

¿Que significa Panettone?

Al pan de esta historia se le conocía a mediados del siglo 15 como pane di tono, o pan de lujo, ya que en esa época el trigo era considerado un lujo, y el pan de todos los días solía hacerse con granos más baratos. Con el paso del tiempo el pan se fue enriqueciendo con mantequilla, huevos, levaduras, y frutas secas, aunque su forma hasta los 1800’s siempre fue plana y alargada.

¿Como se volvió tan famoso?

No fue hasta el siglo 20 que el emprendedor italiano Angelo Motta comenzó a producir de forma industrial el postre ya tradicional en Italia. Con nuevas técnicas de panadería, el panettone llegó a su forma actual más conocida; un cilindro alto y esponjado. El pan se volvió aún más económico y eventualmente se convirtió en un regalo navideño que aún hoy es tradición en Italia. En 1900’s, cuando los italianos comenzaron a migrar a América, llevaron esta tradición consigo y es así como el Panettone se volvió un ícono de la navidad en todo el mundo.

¿Como se come?

El Panettone se come por la mañana con bebidas calientes como chocolate caliente o café, y por las tardes con vinos y licores dulces, como Asti o Moscatel. Además, por su textura ligeramente seca, muchos suelen acompañarlo de una crema de mascarpone, la cuál puede llevar también otros sabores como avellana o limón. El Panettone se regala con tanta frecuencia que no es inusual tener más del que se puede comer, pero no es ningún problema ya que no solo se congela increíblemente bien, su consistencia también lo hace perfecto para reutilizar como pan francés.

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